Itinerario de 5 días por Sydney
Hay tanto que ver y hacer en Sydney, que a veces, idear un itinerario adecuado puede ser una tarea difícil. Al ser un destino vacacional repleto de atracciones, actividades, monumentos y playas, las opciones son amplias y variadas. Recuerda que tienes un artículo donde te contamos los 45 lugares más importantes de visitars en Sydney. Si a eso le sumas que tienes el tiempo limitado, elegir una buena ruta puede marcar la diferencia. Para ayudarte en la planificación de tu viaje, te traemos un itinerario de 5 días por Sydney para que puedas ver y experimentar las cosas más esenciales. Puedes copiar, adaptar o simplemente usar el itinerario para crear el tuyo.
Día 1: el puerto de Sydney
¡Vamos a empezar fuertes! Iniciaremos el itinerario por Sydney de 5 días visitando los lugares más emblemáticos de la ciudad. Estos se encuentran en la zona del puerto. Circular Quay es la puerta de entrada a Sydney y donde se ubica la terminal de ferrys. Desde allí podrás ver el famoso Puente del Puerto. Siguiendo el paseo marítimo desde Circular Quay verás otro de los famosos iconos de Sydney: la Ópera. Este es un edificio realmente único y que habrás visto mil y una veces, pero nunca en directo ¿verdad? Puedes pasear por sus alrededores, sacar fotos o reservar una visita guiada y ver su interior.
Entre el puente y Circular Quay se encuentra un vecindario llamado The Rocks, nuestro siguiente destino. Esta es la zona más antigua de la ciudad y está llena de edificios patrimoniales, repartidos a lo largo de callejuelas adoquinadas. Este barrio es bastante turístico, con sus típicos puestos de souvenirs, mercadillos, cafés con terrazas dónde tomar algo, bares, restaurantes... Sin embargo, vale mucho la pena y es un lugar precioso. Además, cerca del paseo marítimo de The Rocks se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo de Australia (MCA). Tiene exposiciones fijas y temporales, además la entrada es gratuita. Es una opción genial para los aficionados a los museos y al arte.
Terminaremos el primer día en Sydney visitando los amplios y hermosos Jardines Botánicos. Con pabellones, casas señoriales, estanques y jardines temáticos repartidos por todo el recinto, es un lugar fantástico para pasear. No te pierdas las vistas del puerto desde la Silla de la Sra. Macquarie. Un lugar excepcional dónde tomar una foto a la Ópera junto al puente del puerto.
Día 2: playa de Bondi
La playa más famosa de Australia es Bondi Beach. Así que continuaremos el itinerario del mismo modo en el que empezamos, de una forma muy potente. Aunque no es la única playa de Sydney, es una de las más pintorescas y junto con el resto de los suburbios del este, tiene muchas cosas para ver y hacer. No hay duda de que la mayoría querrán pasarse el día disfrutando de la playa. Es bastante grande, tiene forma de media luna y en los días de buen tiempo suele estar abarrotada de bañistas. Sin embargo, es una playa muy expuesta al oleaje (también muy famosa entre los surfistas), por lo que hay que bañarse con cautela, siempre dentro de las zonas permitidas para el baño (marcadas con banderas) y tomando todas las precauciones.
Si enganchas un día de olas grandes y tienes muchas ganas de nadar, puedes comprar una entrada para la piscina Icebergs Club. Esta piscina está al aire libre, situada justo a un lado de la playa, y las olas se estrellan con frecuencia sobre el borde de la piscina en los días de mar agitado.
Para comer, puedes acudir al Bondi Pavilion, situado detrás de la playa. Tiene un montón de opciones gastronómicas de tipo rápido. Podrás comer en los bancos o en la hierba del Bondi Park ubicado al frente.
Cerca de la piscina de Bondi Icebergs Club hay el inicio del uno de los paseos costeros más bonitos y famosos para hacer en Sydney: el Bondi to Bronte Coastal Walk. Si sigues el camino convenientemente marcado, llegarás a Bronte, otra playa preciosa de Sydney con un ambiente más relajado. Las vistas panorámicas del océano y los acantilados son absolutamente impresionantes. Además, antes de llegar a Bronte, pasarás por a playa de Tamarama y la bahía de Mackenzies. Este camino cubre una distancia de 2'5 km, y se puede tardar aproximadamente 1 hora (la gente va parando para admirar el paisaje). Si no te apetece nadar, pasar un día en la playa o tomar el sol, este paseo es mucho más largo, por lo que puedes dedicar todo el día a esta caminata.
Día 3: Flora y fauna australiana
Hoy volveremos a la naturaleza para conocer la fauna y flora local en Taronga Zoo. Una de las atracciones turísticas más conocidas de Sydney.
Taronga es un zoo con recintos modernos y programas de calidad. Ubicado en Mosman, en la cima de una montaña, te recomendamos llegar aquí a bordo de un ferry desde Circular Quay. El viaje es increíble y se vende combinado con una subida desde el muelle a la colina abordo del teleférico Sky Safari. El zoo de Taronga alberga más de 4.000 animales y es una experiencia extraordinaria tanto para niños como para los adultos. Además, es una organización sin ánimo de lucro que apoya la conservación de la vida salvaje. Hay una amplia variedad de experiencias, como el Tiger Trek, Elephant Trail, Serpentarium, y Explore que muestra la icónica y desconocida fauna australiana. Te recomendamos llegar tan pronto como sea posible (abren a las 9:30), ya que los animales están más activos por la mañana, las temperaturas son moderadas y hay menos gente. La visita suele tomar entre 3 y 4 horas, aunque muchos lo convierten en una actividad de todo un día. Si es así, te recomendamos traerte un pícnic: hay lugares geniales donde comer (con vistas a la ciudad) y lo que venden por allí es bastante ordinario y caro.
Día 4: Centro de Sydney y Darling Harbour
Ahora que ya has estado en los lugares más famosos de la ciudad, es el momento de conocer otros lugares de interés que hay en el centro de Sydney y en el puerto de Darling. Para empezar el cuarto día de itinerario de una forma diferente, te proponemos ir directamente a la Sydney Tower (Torre de Sydney), que está en pleno centro de la ciudad. Con sus 309 metros de altura, es el edificio más alto, y tiene una plataforma de observación llamada Skywalk. Esta plataforma está al aire libre y tiene el suelo de cristal. Si tienes vértigo o miedo a las alturas, deberías evitarlo. Las colas para subir a la torre pueden ser bastante largas, por lo que le recomendamos comprar entrada sin colas con antelación.
Muy cerca está Hyde Park, el parque más antiguo de la ciudad. Es un hermoso parque conocido por sus espléndidas higueras que bordean los caminos. Dentro de Hyde Park hay varios monumentos y fuentes. A un lado hay la Catedral, que también merece una visita. A partir de aquí, tienes dos opciones: seguir el camino hacia el Museo de Nueva Gales del Sur, o irte de tiendas por el centro.
Si eliges la última opción, dirígete otra vez hacia la torre, más concretamente a Pitt Street Mall, el corazón de la zona comercial de Sydney. Esta zona peatonal repleta de grandes almacenes y marcas de renombre. Tanto si te gusta el shopping como si no, entra a la histórica Strand Arcade, una elegante galería comercial catalogada como patrimonio de finales del siglo XIX.
A continuación, te recomendamos visitar Darling Harbour. Es una conocida zona de ocio de la ciudad, y se pueden realizar varias actividades: el Acuario de Sydney, el museo de cera Madame Tussauds o el Museo Marítimo Nacional de Australia, son algunos ejemplos. También hay muchos restaurantes donde cenar y rematar el día. Otra opción genial para la cena es desplazarse hasta el barrio chino (Chinatown), que aunque es bastante pequeño ofrece un montón de opciones gastronómicas de tipo asiático.
Día 5: Explorar barrios y visión local
Para tu último día de itinerario te proponemos algo un poco más alternativo y alejado del centro turístico. Una manera de tener una experiencia más local y próxima a la vida real de Sydney es visitando alguno de los suburbios de la ciudad. A continuación, te explicamos algunos de los vecindarios más destacados para que puedas elegir y organizarte según el tiempo que dediques a cada uno de ellos.
Newtown & Enmore
El barrio perfecto para viajeros jóvenes y de espíritu underground. Newtown es el vecindario de las subculturas, el arte callejero, las cervezas artesanales, las tiendas independientes y la tarta de sandía. Es mejor visitar Newtown a media tarde o por la noche. Las mañanas tempranas suelen ser muy tranquilas y hay que tener en cuenta que algunas tiendas, sobre todo en el extremo sur, no abren los lunes. Aunque no es necesario planificar mucho, es buena idea coger el tren hasta St Peters, que se encuentra en el extremo sur del barrio, y pasear por toda la calle principal, King Street, entrando y saliendo de las calles secundarias para ver graffitis y tiendas de todo tipo.
Asegúrate de guardar algo de tiempo para visitar uno de los pubs o dar un pequeño paseo por la calle Enmore hasta Young Henry's y probar su "Newtowner". Si no te gusta la cerveza, pásate por Black Star Pastry, en King Street, y dale una oportunidad a la curiosa tarta de sandía.
Manly
¡Para los amantes del mar! Coge un ferry en Circular Quay hasta la magnífica playa de Manly, situada en la parte norte de Sydney. Aunque se puede hacer una excursión de un día. Manly toma el ambiente playero y relajado de Byron Bay y lo combina con una dosis de adrenalina fácil de captar de la vida de la ciudad. La playa principal de Manly es un espectáculo en sí mismo y es perfecta para nadar, hacer esnórquel, jugar a voleibol, alquilar unas tablas de surf, de paddle o simplemente tomar el sol. Otra playa espectacular y tranquila dónde pasar el día es la playa de Shelley.
Potts Point y Elizabeth Bay
Una zona muy bonita y perfecta para los aficionados a la arquitectura, con casas históricas y edificios de estilo art decó. Tiene fabulosas vistas al puerto, y si viajas en fin de semana, puedes aprovechar para visitar el mercado que vende objetos y comida. En la Casa de la Bahía de Elizabeth, catalogada como patrimonio histórico, te permitirá conocer como era la vida en la Sydney de 1820.